El avance en los efectos especiales ha llevado al cine multitud de cómics, aunque se siguen realizados con los métodos más tradicionales, sin renunciar a ninguna tecnología. Marvel Comics ha reivindicado en el siglo XXI a muchos de sus superhéroes que habían fracasado en el intento de pasar a la pantalla grande. Las cuatro entregas de X-Men, en el 2000 y en el 2003, dirigidas por Bryan Singer, la de 2006, dirigida por Brett Ratner, en las que los héroes se enfrentan a su enemigo Magneto, y la que prepara Gavin Hood, 2009, sobre la infancia y juventud de Magneto.
La saga de Spider-Man de Sam Raimi, 2002 y 2004 y 2007, inspiradas en el cómic homónimo creado por Stan Lee y Steve Ditko en 1962, de las que se espera otra para 2011, conservan la mayor cantidad de detalles fiel al cómic.
Sin City (2005), dirigida por Frank Miller y Robert Rodriguez y 300 (2006), dirigida por Zack Snyder, a partir de obras de Frank Miller, esperan sus secuelas. Frank Miller ha dirigido en 2008 la adaptación de The Spirit, el cómic de Will Eisner de los años 40.
Hellboy (2004) y Hellboy 2: the golden army (2008), son películas de género sobrenatural estadounidense, dirigidas por el mexicano Guillermo del Toro, basada en el cómic Hellboy, de Mike Mignola,
Hulk (2003), sobre el gigante verde Hulk, dirigida por Ang Lee, Los 4 Fantásticos (2005 y 2007), de Tim Story, brillaron en los efectos especiales. Thomas Jane se convirtió en el nuevo y vengativo Frank Castle en The Punisher (2004) que sólo buscaba destruir a un malvado John Travolta, y Ghost Rider (2007), interpretado por Nicolas Cage, pasó sin pena ni gloria por las pantallas.
Otras películas han sido La Liga de los Hombres Extraordinarios, The league of extraordinary gentlemen, de Stephen Norrington, en 2003, Catwoman (2004), de Pitof, V de Vendetta (2006), de James McTeigue, Superman returns (2005), de Bryan Singer y Batman Begins, de Cristopher Nolan (2006), que despertaron nostalgia en millones de espectadores.
En el cine de humor, Las aventuras de Mortadelo y Filemón, el famoso cómic español de Francisco Ibáñez, han sido llevadas al cine con toda espectacularidad en los efectos especiales por Javier Fesser, La gran aventura de Mortadelo y Filemón, en 2003 y por Miguel Bardem, Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra, en 2008. Y Asterix no podía quedarse atrás: Astérix y Obélix: Misión Cleopatra, dirigida por Alain Chabat en 2002, Astérix y los vikingos, Astérix et les vikings, un largometraje animado coproducido por Francia y Dinamarca en 2006 con dirección de Stefan Fjeldmark y Jesper Møller y Astérix en los juegos olímpicos, Astérix et Obélix aux Jeux Olympiques, una co-producción alemana, española, francesa e italiana, de Frédéric Forestier y Thomas Langma realizada en 2008.
No quiero olvidar, por su interés y la sencillez de la realización, lejana a todo efecto especial, el film Persépolis, 2007, que lleva al cine el cómic del mismo nombre de Marjane Satrapi, dirigido por la misma autora del cómic y Vincent Paronnaud, la autobiografía de Marjane, cuando con nueve años crece en el Irán de la Revolución Islámica. Vulnerable y sola en un país extraño, resiste los malos tragos típicos de un adolescente. Además, Marjane tiene que combatir el hecho de ser equiparada con el fundamentalismo religioso y el extremismo de los que tuvo que huir.
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